Pareciera que algunos vecinos del litoral tacneño aun piensan que ser propietario de un espacio de terreno para tu vivienda, te da además derecho a restringir el ingreso a las playas, lo peor es creer que un decreto de alcaldía te da la propiedad exclusiva de la vía pública e impone restricciones para el ingreso.
El decano del Ilustre Colegio de Abogados de Tacna (ICAT) Edilberto Cabrera, comento una lamentable experiencia en este último fin de semana. En su cuenta en Facebook escribió lo siguiente:
“En la onda veraniega y abordo del K5, yo y mi toalla quisimos acampar un par de horas en Llostay. Y al pretender ingresar a la zona norte de la playa, nos dimos cuenta que, en el territorio peruano, para disfrutar de ciertas playas no basta ser ciudadano en funciones. Además, se debe tener ciertas “llaves”.
Sin llaves, en segundos comprobé esa situación. Detrás de mis narices llegó una dama y compañía. Me tocaron el claxon para abrirles paso. Así lo hice. Bajaron del automóvil en el que arribaron. Y con llave en mano, orgullosa abrió el candado liberador de la cadena. Y quedaron con la playa entera para sí, exclusivamente.
No obstante, la dama, al percatarse que hice las fotos-testimonio de lo acontecido, vino hacia mí. Y me emplazó de manera airada que borre las fotos de mi celular. Alegó que era vecina, con casa en el lugar. Era claro su mensaje: ella (¿y sus vecinos también?) parece estar convencida que la playa es parte de su “señorío terrenal”.
Dijo algunas pachotadas más, como que era abogada y que su derecho a la imagen, etc. Yo y mi toalla, curados contra el susto y los fantasmas, nos dimos la media vuelta rumbo al “Planchón”, territorio playero recientemente recuperado por orden de las poderosas redes sociales. “
