La crisis migratoria que se vive en la frontera entre Perú y Chile empieza a sentirse en los comercios cercanos. Tacna, una ciudad peruana que limita con el desierto de Arica, sostiene su economía a base del comercio genera el flujo turístico nacional y chileno.
Sin embargo, la presencia ilegal de ciudadanos haitianos, colombianos y venezolanos redujo el movimiento económico en la ciudad que cuenta con una zona franca y Zofratacna, además de decenas de centros médicos.
“Hasta en un 40% afectó el flujo de turismo de los chilenos a Tacna”, según el gremio de Agencias de Viajes y Turismo de la región.
Al respecto, exhortaron al gobierno central a “solucionar el problema migratorio”, debido a que “no pueden esperar más meses para reactivar su economía”.
Tacna fue, junto a Tumbes, la región que más tardó en reactivar sus comercios debido a las restricciones de pase fronterizo que se mantuvo hasta inicios del 2022 debido a la pandemia por la COVID-19.
Fuente: Gestión