Por: Ricardo Oviedo Zavala
Ahora que ya se ha definido el manejo del gobierno regional, reiteramos nuestro pedido de una necesaria coordinación interinstitucional para fortalecer el desarrollo de Tacna. Y esta coordinación no solo debe darse entre el sector público sino también con el sector privado. No hay que perder de vista el aporte sostenido que da la minería en la región desde las últimas décadas en los rubros de Educación -que ha permitido que tanto Tacna como Moquegua ocupen los primeros lugares en el contexto nacional en ese sector-, en Agricultura -con la ampliación de centenares de hectáreas de tierras de cultivo y recuperación de andenes-, en Transportes -con el mejoramiento de calles urbanas y vías de interconexión interdistrital-, en Salud -con el levantamiento de postas médicas y abastecimiento de medicinas, sólo hay que recordar la participación de Southern en la temporada de pandemia-, capacitación de la población joven en el área de influencia de la mina y mesas de diálogo que permiten a los gobiernos locales obtener el presupuesto para agilizar la ejecución de sus propios proyectos institucionales.
Hace unos meses, el gobernador Torres indicó que la empresa Southern estaba interesada en elaborar el expediente técnico y ejecutar el tramo de 52 km que falta para completar la vía Tacna-Collpa, aunque para que esa vía quede completamente operativa, falta elaborar, además del complejo fronterizo, otro expediente para la carretera desde Palca hasta Tacna cuyo tramo, si bien es cierto está en gran parte asfaltado, no tiene el ancho ni las obras de arte que se supone tienen los otros tramos. Pero esto último es otro tema. Nos referíamos a que el tramo de 52 km podría ejecutarse de manera rápida con la empresa Southern mediante la modalidad de obras por impuestos. Idéntica posición de la minera para la doble vía a la Boca del Río.
En realidad, las carreteras señaladas están programadas en el calendario del Ministerio de Transportes a través de ProVías. Pero no hay impedimento por parte de Transportes para derivarlas al sector privado. Ha ocurrido otras veces porque el ministerio -o el gobierno en general- puede trasladar el presupuesto de la obra para realizar otro proyecto.
La situación es que Tacna espera, mediante la coordinación sistemática de sus autoridades, que sus proyectos de desarrollo se ejecuten sostenidamente, sin pausa. No importa de qué color es el gato con tal que cace ratones. Se necesita coordinar con el sector público y privado. Los contratos hechos entre el gobierno y la minería han dado buenos resultados. De repente hay que reorientar el accionar de las autoridades en ese sentido tomando en cuenta que ya se está exigiendo la elaboración de un plan integral definido que asegure el futuro de la población.
Así están las cosas.