– Gobernador advierte que hasta la fecha no llega a Tacna comisión de alto nivel del Ejecutivo.
El gobernador regional de Tacna, Luis Torres Robledo, cuestionó al gobierno central por no dar una pronta solución al problema latente que se tiene en el Complejo Fronterizo Santa Rosa, lo cual genera serios inconvenientes en la actividad turística, comercial y económica de Tacna.
“Como decía Nicomedes Santa Cruz, aquí no acaba el Perú, aquí comienza la patria y hay que echarle los ojos al sur, como el tema del control fronterizo. Han pasado 90 días y hasta ahora no hay una comisión de alto nivel que venga a tomar decisiones”, expresó Torres durante una entrevista en el programa Diálogo Abierto de Radio Nacional.
La autoridad regional indicó que Tacna es la segunda puerta de ingresos de turistas al país, y hasta la fecha ninguna autoridad del Ejecutivo central ha podido solucionar los problemas de control migratorio y mercancías.
“Tenemos problemas en la frontera para que pasenlos chilenos a Tacna y los tacneños hacia Arica, un montón de problemas, y somos la segunda puerta de ingreso de turistas al Perú y nadie viene a atender esos problemas”, aseveró.
El 23 de marzo del presente año, el gobernador Torres envió un extenso oficio a la propia presidenta Dina Boluarte Zegarra para que encabece en Tacna una comisión de alto nivel que esté conformada por entidades como el Ministerio de Economía y Finanzas, Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio del Interior, Policía Judicial, Migraciones, Sunat y el Gobierno Regional de Tacna.
En el mismo documento se advirtió sobre la insuficiente infraestructura del complejo fronterizo, deficiente servicio de internet, caídas constantes del sistema de requisitorias, carencia de un sistema espejo de requisitorias, incremento de vehículos de carga pesada provenientes de Bolivia, carencia de una zona de estacionamiento de vehículos de carga pesada y ausencia de un sistema de inspección no inclusivo de alta energía (escáner para camiones).
Durante el fin de semana largo con motivo de la Semana Santa, cientos de turistas vivieron un “vía crucis” para poder ingresar al Perú, ya que tuvieron que esperar hasta cinco horas y bajo el intenso sol para poder desplazarse.