– A México, Ecuador, Perú, Chile y Colombia han ingresado 1.06 millones de toneladas de residuos en la última década.
Por: Kennia Velázquez y Mónica Cerbón
Red Investigativa Transfronteriza de OjoPúblico
Desechos plásticos de uso médico como jeringas, carcasas de monitores viejos y hasta baldes que contuvieron productos tóxicos. Estos son solo algunos de los millones de residuos plásticos importados mayormente desde los países ricos que han convertido a América Latina en un basurero a nivel mundial. Empresas privadas importan este plástico para su reciclado, pero difícilmente cumplen su cometido y, así, se terminan por convertir en una fuente de posible contaminación.
Empresas de Estados Unidos son las que más basura plástica enviaron a América Latina: salieron 111 millones de toneladas de desechos desde ese país en la última década, un negocio superior a los 500 millones de dólares, según información de bases de datos comerciales y gubernamentales analizadas por OjoPúblico para esta investigación realizada durante seis meses.
A nivel mundial solo se recicla el 6% de la basura plástica. El material importado debería utilizarse para fabricar otros productos plásticos de menor calidad o para la elaboración de textiles, pero se desconoce cuánta de ella se aprovecha y cuánta termina en los basureros, sumándose así a los 225 millones de toneladas de desechos que se generan al año en las naciones de América Latina que reciben estos desperdicios.
Los expertos consultados por OjoPúblico consideran que este producto, en algunas ocasiones puede ser altamente contaminante. En teoría, los desechos plásticos ingresan para ser reciclados, pero muchas veces los productos no están en condiciones para afrontar ese proceso. Algunos tienen residuos tóxicos altamente dañinos para el medio ambiente y la salud. En casos menos graves, deben ser lavados, lo que implica gasto de agua y uso de productos químicos contaminantes.
América Latina ha recibido más basura plástica desde 2018, cuando China decidió cerrar sus puertas a los desechos de países en todo el mundo. De entonces a la fecha, esta parte del continente ha recibido 53 millones de toneladas de estos productos.
En su informe El colonialismo de la basura no se detiene en América Latina, el Grupo Autónomo para la Investigación Ambiental (GAIA), señaló que tras el cierre del gigante asiático a los desechos plásticos del mundo, América Latina se convirtió en uno de los destinos para recibir estos productos junto con países del Sudeste Asiático, África y Turquía.
Latinoamérica recibió en 2017 unos 10 millones de toneladas de desechos plásticos solamente de Estados Unidos, según información de la base de datos Panjiva. Para 2018 –cuando China cerró sus puertas a la basura plástica mundial–, la cifra se incrementó a 11 millones de toneladas de desechos plásticos depositados en la región. Una cifra ligeramente mayor se envió en 2019.
Los siguientes años, la cantidad de basura plástica importada desde Estados Unidos reflejó incrementos más marcados. En 2021, se recibieron 12 millones de toneladas de plástico desechado.
México, Ecuador, Perú, Chile y Colombia han ingresado 1.06 millones de toneladas de este tipo de residuos en la última década, proveniente de casi todo el mundo, según los datos oficiales analizados por OjoPúblico. La cantidad de desechos plásticos importados por países de la región entre 2012 y 2022 es equivalente a 118 veces el peso de la Torre Eiffel.
Solo los cinco países revisados para esta investigación sumaron desechos plásticos por un valor de 330.4 millones de dólares en la última década. Pero no en todos los casos se pudo obtener la cifra de dinero recolectado a través de los negocios con basura plástica, pues existe un vacío de información que ha sido señalado por expertos en la región como uno de los principales problemas para dimensionar la problemática.
La deficiente supervisión en las aduanas permite el ingreso, pero la falta de seguimiento de las autoridades competentes impide que se tenga total certeza de cuál es el fin de estos desechos. Por eso, varias organizaciones ambientalistas creen que las cifras pueden ser superiores.
MILLONES DE TONELADAS DE BASURA PLÁSTICA
México es el país que más desechos plásticos ha importado de América Latina: fueron más de 1 millón de toneladas de basura plástica en el período 2012-2022, según los datos revisados. Le sigue bastante detrás Perú, que acumula 62 mil toneladas en el mismo período.
El total de basura importada en la misma década pone a Chile en el tercer lugar de la lista con un total de 50 mil toneladas de desechos plásticos recibidos en la última década, aunque la tendencia desde 2019 está en baja.
Colombia se ubica en el cuarto lugar. Las importaciones al país incrementaron de manera abrupta a partir de 2016, justo cuando su congreso impulsaba proyectos de ley para reducir el uso de bolsas de ese mismo material para evitar, así, su impacto ambiental. En los años posteriores, de 2018 a 2022, los plásticos no dejaron de entrar al país, pero sí en menores cantidades. En total, fueron 45.4 mil toneladas de basura plástica ingresaron a territorio colombiano en la última década.
Mientras tanto, Ecuador se mantuvo con los niveles más bajos de importación de plásticos con poco más de 21 mil toneladas de basura recibida entre 2012 y 2022. Para analizar estos datos, OjoPúblico tomó en cuenta los envíos que contenían únicamente plástico.
Los países latinoamericanos son el destino de desechos plásticos compuestos por PET, PVC o polietileno, pero también se encuentran jeringas usadas, bolsas que contuvieron sangre y otros materiales médicos, carcasas de televisores o computadoras, desechos de uso automotriz, residuos de pañales e incluso contenedores contaminados de material tóxico, productos que suelen enviar desde Estados Unidos, China, Holanda, Alemania o también de otros países de la región como Venezuela, Argentina, Brasil, Panamá o Puerto Rico.
En suma, la falta de vigilancia y seguimiento ocasiona que el intercambio de plástico entre empresas de diferentes países puedan ocurrir “de forma ilegal, es decir, que no queda registrada, a lo mejor son residuos y no se registran como tales o no todo se puede aprovechar de lo que se importa”, añade Alethia Vázquez Morillas, académica del área de investigación de tecnologías sustentables de la Universidad Autónoma Metropolitana, ubicada en la Ciudad de México
Los especialistas añaden que los países deben tener mayor control sobre lo que ingresa a sus territorios y su disposición final, lo que permitiría conocer con exactitud el impacto medioambiental del tratamiento de la basura plástica e implementar mejores procesos de trazabilidad y tratamiento con los residuos que no pueden ser reciclados.
La buena noticia, dice Parra Muñoz, es que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), avanza hacia la firma de un convenio internacional para regular el comercio de basura plástica.
“Se espera que se firme en 2025 una reglamentación internacional que aborde la producción de los plásticos apuntando a la reducción de la producción y a límites a los tipos de plástico que se pueden fabricar. Así como también sus usos y los aditivos tóxicos, que deberían ser prohibidos para proteger la salud de las personas y del ambiente y para que el reciclaje sea una actividad segura”.
La creación e implementación de este nuevo Tratado es un reto de dimensiones mundiales y una esperanza para amortiguar el cambio climático.
Fuente: OjoPúblico
Reportaje completo en el siguiente link: https://ojo-publico.com/especiales/america-latina-deposito-de-la-basura-ajena/