El ‘Nombre del Año’ que asigna el gobierno del Perú cada año tiene un propósito simbólico y social. A diferencia de la tradición ancestral andina, en la que las comunidades indígenas asignan nombres al año según sus cosmovisiones espirituales y cósmicas, el ‘Nombre del Año 2025′ del gobierno peruano responde a una estrategia de comunicación política y social. Este se utiliza para reflejar las prioridades, desafíos y objetivos del gobierno para ese año, y tiene un componente simbólico que busca alinear la narrativa pública en torno a un tema central o de interés nacional.
Aunque, en octubre de este año el Gobierno de Dina Boluarte indicó que la designación del año 2025 llevará el nombre de “Año del Bicentenario de José Faustino Sánchez Carrión”, en merecido homenaje a uno de los personajes más influyentes en la historia de la independencia del país. Hasta el momento no se ha publicado un documento que confirme el anuncio de la jefa de Estado y se espera que en los próximos días la presidenta haga oficial esta designación.
¿Por qué llevaría el nombre de José Faustino Sánchez Carrión?
La posible designación del año 2025 como el “Año del Bicentenario de José Faustino Sánchez Carrión” será una conmemoración de carácter oficial que regiría desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 2025. Este acto no solo tiene importancia simbólica, sino que también se reflejará en todos los documentos institucionales del país, que incluirán la mención de este histórico homenaje.
La figura de José Faustino Sánchez Carrión, conocido como el “Padre de la República”, es crucial en la historia del Perú. Fue uno de los más grandes defensores de la independencia y uno de los principales redactores de los primeros textos constitucionales del país. Además de su lucha por la libertad, Sánchez Carrión también desempeñó un papel vital en la formación del Estado peruano, siendo un visionario que entendió la necesidad de una nación unida y moderna
La iniciativa para reconocer a José Faustino Sánchez Carrión como protagonista de un bicentenario en 2025 no fue fortuita. La consejera regional de La Libertad, Leyla Espir, fue la principal impulsora de esta propuesta, respaldada por la Comisión Bicentenario José Faustino Sánchez Carrión, la cual se formó con el objetivo de promover actividades de conmemoración y resaltar la figura del prócer.
Espir, en ceremonia realizada en Palacio de Gobierno, expresó su satisfacción por el respaldo recibido por parte del Gobierno central, destacando que este reconocimiento no solo era una deuda histórica, sino también un impulso para fortalecer la identidad regional de La Libertad y la identidad nacional del Perú. “José Faustino Sánchez Carrión es un símbolo de lucha por la libertad y la independencia, y su memoria debe ser honrada como parte esencial de nuestra historia”, señaló Espir durante el anuncio.
IMPACTO Y RELEVANCIA NACIONAL
La declaración del 2025 como el “Año del Bicentenario de José Faustino Sánchez Carrión” no solo traerá consigo eventos conmemorativos en La Libertad y en otros puntos del país, sino que también permitirá fortalecer el conocimiento sobre la historia del Perú entre las nuevas generaciones. A través de diversas actividades, como conferencias, exposiciones y publicaciones, se buscará promover el legado de este prócer y su visión para un país libre y unido.
Este homenaje, además, abre la puerta para una mayor valorización de las figuras históricas peruanas que, a pesar de su gran contribución a la independencia y a la consolidación del país, no siempre reciben el reconocimiento adecuado. Con la denominación de este bicentenario, el Gobierno demuestra su compromiso con la preservación de la memoria histórica y el fortalecimiento del sentido de pertenencia a la Nación.
¿Cuándo se conocerá o confirmará el nombre del año 2025?
El Gobierno de Dina Boluarte deberá dar a conocer el Nombre del Año 2025 entre finales del mes de diciembre 2024 y enero de 2025 y confirmarlo mediante decreto supremo publicado en el diario oficial El Peruano.
Posteriormente a su publicación, todas las instituciones públicas y privadas deberán emplear este nombre como denominación oficial en sus documentos oficiales y ceremonias de Estado.
El ‘Nombre del Año’ es una práctica de gran relevancia para el gobierno peruano, ya que le permite focalizar la atención en un tema prioritario, sea este social, económico, político o cultural. Además, este nombre contribuye a generar un marco de referencia para las políticas públicas y para el diálogo entre el gobierno y la ciudadanía, con el fin de avanzar hacia los objetivos que se han propuesto para el periodo.
Fuente: Infobae