En mayo de 2022, el Gobierno peruano anunció la realización de la Copa del Mundo sub-17 como un evento de interés nacional. A través de un decreto supremo creó un grupo de trabajo multisectorial integrado por representantes del Instituto Peruano del Deporte (IPD) y de diversos ministerios. Se trataba de la segunda vez que Perú organizaría un mundial de fútbol de dicha categoría —la primera fue en el 2005— y el Ejecutivo estaba dispuesto a dar las garantías necesarias.
Sin embargo, todo quedó en proclamas para la tribuna. Las obras de acondicionamiento y remodelación de los estadios que iban a albergar a las 24 selecciones entre noviembre y diciembre de este año estaban muy lejos de mostrar avances significativos, hecho que se agravó con las inundaciones causadas por la temporada de lluvias y el ciclón Yaku. Las consecuencias de esa demora se oficializaron esta mañana: la FIFA decidió retirarle la organización del Mundial sub-17 a Perú.
“La medida se tomó ante la incapacidad del país anfitrión para cumplir con sus compromisos de completar la infraestructura requerida para organizar el torneo. A pesar de tener una relación de trabajo muy positiva entre la FIFA y la FPF [Federación Peruana de Fútbol], se ha determinado que no hay suficiente tiempo para asegurar la inversión requerida y completar el trabajo necesario”, dice el comunicado. La medida se tomó tras un congreso de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), en Paraguay, que contó con la presencia del italiano Gianni Infantino, presidente de la FIFA.
La respuesta de la Federación Peruana de Fútbol no se hizo esperar. Aducen que hicieron todas las gestiones posibles y confirman que la decisión se sustenta “en los retrasos en el inicio de la ejecución de las obras”, pero a su vez intentan eludir responsabilidades. “Es oportuno señalar que las funciones de la FIFA y la FPF se centraron en la organización operativa del evento mientras que las del Gobierno en la inversión en infraestructura de las sedes públicas (…) pese a la voluntad de las autoridades del Gobierno en concretar las obligaciones asumidas como país ante la FIFA, su unidad de ejecución no logró cumplir con los procesos en los plazos establecidos”, alegan.
En cualquier caso, el torneo no se postergará: se celebrará del 10 de noviembre al 2 de diciembre. “La Mesa de Consejo de la FIFA designará a su nuevo anfitrión a su debido tiempo”, sostienen en el documento. Cabe destacar que por estos días se viene realizando, en Ecuador, el Sudamericano sub-17 que otorga cuatro cupos para el Mundial. Tras perder el cupo de país anfitrión, Perú deberá hacer los méritos suficientes en la cancha. Por ahora todo está cuesta arriba: perdieron su primer partido ante Bolivia.
Fuente: El País