Por Ricardo Oviedo Zavala
Casi a diario tenemos que enterarnos de más casos de corrupción que se presentan en este gobierno. En realidad, son tan evidentes, que nadie se explica por qué, tanto el Ministerio Público como el Poder Judicial -e incluso las subcomisiones investigadoras al interior del Congreso-, se tardan demasiado en dar sus fallos ante las evidentes irregularidades que comprometen al presidente de la República, su entorno, congresistas, ministros de Estado y malos jueces y fiscales.
El último caso involucra a la congresista por Tacna y ministra de Cultura, Betssy Chávez Chino. Las investigaciones periodísticas se encargaron de demostrar que la ministra está involucrada en actos de nepotismo, tráfico de influencias y uso indebido de recursos del Estado. Una pena por Tacna, además de demostrar que Betssy Chávez resulta ser más de lo mismo. Que en campaña se dice una cosa -como luchar contra la corrupción-, pero que, una vez en el cargo, termina haciendo todo lo contrario. Es decir, hace lo que todo radical: agita la bandera roja con la izquierda pero cobra con la derecha. Una lástima.
Será muy difícil que este tipo de personajes -incluyendo al presidente Castillo- vuelvan a repetir el plato. La población los rechaza hasta en los colegios. La desilusión se incrementa cuando se observa que se trata de un gobierno sin políticas públicas para paliar la crisis en la que estamos y la que se viene el próximo año con la escases e incremento de precios de los productos alimenticios. Un gobierno que está marcado por la corrupción de la que, al parecer, no se escapan muchos de los que pertenecen al oficialismo.
Para los tacneños, el caso de Betssy Chávez tiene ribetes especiales. Creó expectativas durante la campaña electoral dando a conocer que se trataba de una opción que iba a velar por los intereses de esta región. Nada más alejado de la verdad. Y ahora, ante la vista de todo el país, la ministra ha demostrado que está en el mismo charco que las personas que defiende, empezando por el primer mandatario.
Su acercamiento en Tacna con el gobernador Juan Tonconi, hace prever que las acusaciones que tiene el funcionario pasarán por agua tibia. De acuerdo a las denuncias periodísticas, la ministra también estaría involucrada en el tráfico de terrenos. Definitivamente, faltan líderes en Tacna para formar una oposición coherente. Las dos representantes de esta frontera sur tienen como meta defender al presidente en todos los frentes, dejando a un lado los intereses de la región cuya población votó por ellas. Las improvisaciones como las que estamos observando, deben quedar atrás cuando se trate de votar por nuevos representantes de Tacna al Congreso. Y en el caso de Bettsy Chávez, una abogada recibida con tesis plagiada en casi la mitad de su contenido, visitante de elementos ligados al terrorismo en Challapalca, acusada de nepotismo, tráfico de influencias, negociación incompatible; hace ver que, efectivamente, se trata de todo un personaje. Y pensar que ocho de cada diez electores en Tacna votaron por ese tipo de elementos nocivos a los intereses regionales.
Mientras tanto, así están las cosas.