Por: Valeria Vicente, Ghiomara Rafaele y Fabricio Cabrera*
Cada semana de representación se ha convertido en un festín para los congresistas de Lima. Algunos las ven como una oportunidad para hacer turismo, visitar ferias o hacer campaña en contra del cambio constitucional. EL FOCO revisó los 291 informes presentados por los 33 parlamentarios de la capital y encontró que más de uno registra controversiales actividades financiadas con dinero de todos los peruanos.
Entre septiembre de 2021 y agosto de 2022 se han realizado diez semanas de representación. Según la Cartilla de Información Administrativa del Congreso, cada parlamentario recibe mensualmente S/ 2 800 para costear sus actividades durante la semana de representación. Este monto es abonado en las cuentas bancarias de cada congresista para que “se acerquen, durante cinco días, a la ciudadanía y organizaciones sociales para conocer sus necesidades”.
Hasta la fecha se ha desembolsado S/ 1.1 millones para financiar los gastos de los 33 congresistas que pertenecen a Lima Metropolitana. Es decir, cada parlamentario ya ha recibido S/ 33 600, monto equivalente a casi 32 sueldos mínimos. Pese a la suma, los parlamentarios no están obligados a rendir cuentas sobre cómo y en qué gastaron el dinero. A lo que sí están obligados es a presentar un informe sobre las actividades que realizaron.
¿QUIÉNES SON LOS CONGRESISTAS QUE APROVECHARON LA SEMANA DE REPRESENTACIÓN PARA HACER TURISMO?
El primer nombre que aparece es Kira Alcarraz, congresista que llegó al Legislativo por Somos Perú pero hoy está en la bancada de Integridad y Desarrollo, quien entre el 19 y 20 de mayo de este año visitó destinos turísticos en Arequipa e hizo la Ruta del Sillar.
Alcarraz indicó a EL FOCO que viajó a Arequipa pues había visto en Facebook “varias denuncias ciudadanas” sobre problemas en el ingreso a la Ruta del Sillar. En el informe que presentó, sin embargo, señaló algo distinto: “Al llegar, se percató que había un tumulto de gente en una situación de reclamo con las personas que administran el ingreso al lugar”.
En Arequipa, Alcarraz también visitó museos arequipeños. En el reporte que presentó indicó que recorrió la Casa del Moral y el Museo de la Catedral de Arequipa, dos de los atractivos turísticos más visitados de la ciudad. ¿El motivo? Según la congresista, para “observar la poca afluencia de visitantes, a pesar de que festejaban el Día Internacional de los Museos”.
Edward Málaga, congresista no agrupado, por su parte, informó que en la semana de representación de mayo de este año “fiscalizó” la Feria del Libro de Iquitos. Mientras que para muchas personas comprar libros, conversar con escritores es parte de sus ratos libres, para Málaga es un tema laboral y de representación parlamentaria.
Dos meses antes, en marzo, Málaga registró como actividad de representación bucear en el mar de Pucusana. El excongresista morado, reportó en su informe que, junto con la ONG Coalición Tiburón y la escuela de Buceo Pacific Divers, realizó una “breve sesión de buceo para verificar el estado de la flora y fauna”.
Consultado por EL FOCO, Málaga respondió que realizó las actividades como vicepresidente de la “Comisión especial encargada del seguimiento y coordinación de la reducción del cambio climático”. Y que el objetivo de bucear en las aguas del mar de Pucusana fue para “verificar el estado del ecosistema debido a la contaminación del mar”. Sobre la visita a la Feria del Libro de Iquitos, indicó que le permitió recibir aportes y comentar sobre su labor como miembro de la Comisión de Cultura.
María del Carmen Alva, la expresidenta del Congreso, también aprovechó su semana de representación para hacer turismo. En junio de este año, viajó a Cusco para la ceremonia por la firma de la autógrafa de la Ley sobre Publicidad Estatal. Pero no fue la única actividad que reportó la congresista. También visitó la ciudadela de Machu Picchu para “conversar con el alcalde Darwin Baca sobre la problemática relacionada a la reactivación del turismo”.
Esa semana, se viralizó una foto en redes sociales donde Maricarmen Alva posaba junto a trabajadores de su despacho en el santuario de Machu Picchu. Alva, además de usar la semana de representación para hacer turismo, también tiene una debilidad por la virtualidad. Pese a recibir el bono mensual y a que la pandemia ya es cosa del pasado, en enero de este año realizó todas sus actividades de representación vía Zoom.
En febrero, 5 de las 9 actividades que reportó fueron virtuales. Entre esas actividades figuran, reuniones con trabajadores del Hospital de Mayo y representantes de la Federación de Auxiliares de Educación. EL FOCO buscó recoger comentarios de Alva para este informe, pero no se obtuvo respuesta.
El congresista fujimorista Ernesto Bustamante comparte la misma debilidad que Alva. Bustamante ha tenido contadas actividades presenciales en las diez semanas de representación que han existido hasta la fecha, y en ningún caso fue para reunirse con colectivos ciudadanos u organizaciones de trabajadores.
De las 73 actividades que ha reportado el fujimorismo, 22 fueron presenciales. Es decir, menos de la tercera parte. Bustamante reportó, como parte de su labor de representación, las entrevistas que dio a medios de comunicación. En septiembre de 2021, incluyó en su informe entrevistas en RPP, Canal N, Exitosa Noticias TV y una conversación con la activista ultraderechista Vanya Thais.
El congresista de Fuerza Popular también considera que reunirse con sus colegas califica como una labor de representación. En mayo de 2022, se reunió con María del Carmen Alva y lo incluyó como “actividad de representación”. Lo mismo había hecho dos meses antes, en marzo, cuando reportó haber participado en una sesión ordinaria de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales. EL FOCO buscó los descargos de Bustamante, pero el fujimorista no respondió a las llamadas.
Para el exoficial mayor del Congreso, César Delgado Guembes, la labor de representación es personal e indelegable. Es decir, solo el congresista puede ejercer este deber. “La representación no se puede delegar a terceros. Esto es una contradicción constitucional”, indicó Delgado Guembes.
El caso del presidente del Congreso, José Williams, representante de Avanza País, deja muchas incógnitas. En el portal de Transparencia del Parlamento no figuran sus informes de abril y mayo de 2022. Y, en el reporte de junio, dio una información falsa sobre las actividades que realizó.
Según los documentos presentados por Williams, el último martes 21 de junio se reunió en su despacho con dirigentes de la Asociación de Contribuyentes. Sin embargo, en el portal de visitas del Congreso de la República esta visita se desarrolló una semana después, luego de la semana de representación.
Otro caso llamativo de la bancada de Avanza País es el de la legisladora Adriana Tudela, quien en su semana de representación asistió, junto a diversos colectivos de derecha, a marchas en contra de una Asamblea Constituyente. En diciembre del 2021 Tudela reportó que participó de la “Firmatón contra un cambio de constitución”, que se realizó en San Juan de Lurigancho.
Y cuatro meses antes, como actividades de la semana de representación de agosto de 2021, Tudela informó que hizo recorridos en Lambayeque, Piura y Trujillo promoviendo la campaña “No a la Asamblea Constituyente”. De acuerdo con el archivo presentado por Tudela, asistió junto a su colega Alejandro Cavero, y la excandidata presidencial Lourdes Flores.
Así como Williams, en los informes de representación de Tudela hay días en los que no registra actividad alguna. En la primera semana de enero de 2022, Tudela registró pruebas de solo dos actividades que realizó. Entre una de estas se consigna una reunión con la Asociación de Bodegueros.
Roberto Chiabra, de Alianza Para el Progreso, es un congresista que le gusta trabajar siempre desde su despacho. Prefiere que la ciudadanía se acerque a su oficina en vez de acercarse a la población. De los 45 días que reportó como actividades de representación, casi la mitad las hizo desde su oficina.
“Es normal. Todos los parlamentarios atienden a las personas que quieren venir al despacho o (los congresistas) lo usan para generar mesas de trabajo”, respondió Chiabra a EL FOCO sobre su debilidad por hacer semana de representación desde su oficina.
Otro congresista que ha sido militar, José Cueto, de Renovación Popular, tiene poca disciplina para presentar sus informes de representación. Presentó solo ocho de los diez informes. Y cuando Cueto sí entrega informes, los hace incompletos, como ocurrió en diciembre y enero pasado, donde no pasó actividades los viernes. EL FOCO buscó un comentario de Cueto para este informe, pero desde su despacho no hubo respuesta. Lo mismo ocurrió con Williams y Tudela.
EL PROPÓSITO DE LA SEMANA DE REPRESENTACIÓN SEGÚN LA LEY
Nació en el 2009, durante el Gobierno de Alan García, y fue una iniciativa del congresista del Partido Nacionalista Juvenal Ordoñez. La idea del parlamentario fue “permitir un mejor ejercicio de la función de la representación”. Así se modificaron los artículos 23, 30 y 55 del Reglamento del Congreso y se estableció que los congresistas, por un mínimo de cinco días, recojan las demandas y denuncias de la ciudadanía.
Hasta el 2017, los congresistas cobraban lo gastado en la semana de representación vía rendición de cuentas. No había límites de dinero ni condiciones. Bajo la presidencia del fujimorista Luis Galarreta, se fijó en S/ 2800 el pago neto para solventar gastos, pero con la condición de que los congresistas presenten un informe. Los costos de los pasajes también son cubiertos por el Parlamento y son descontados de los 48 pasajes asignados al año para cada congresista.
Para la abogada y politóloga Milagros Campos, la representación es fundamental. “Es el núcleo básico del trabajo parlamentario para poder transmitir las necesidades de la población o articular para saber cuál es su descontento. Todo esto con la finalidad de convertir las necesidades y las denuncias en políticas públicas que tienen que ser articuladas con el Ejecutivo o con el gobierno local”, señaló.
César Delgado Guembes opina que la semana de representación está poco regulada, lo que permite distorsiones en las actividades que puedan realizar los congresistas y calificarlas como labores de representación. “La actividad representativa es muy amplia, y no debería restringirse a solo una semana, debería darse todos los días”, apuntó.
* Informe publicado en el marco del Curso de Especialización en Periodismo y Política (PUCP – IDEA Internacional – Fundación Gustavo Mohme Llona).
Fuente: El Foco