En un discurso pronunciado el jueves 16 de enero, la presidenta Dina Boluarte expresó su desaprobación hacia la gestión del ahora encarcelado Pedro Castillo. Boluarte afirmó que su administración fue la causante de la crisis económica que el país experimentó durante su mandato. Es importante señalar que Perú sufrió una recesión en diciembre de 2023. En este marco, la presidenta responsabilizó al gobierno de Castillo, del cual ella también había sido parte.
«Hemos recibido un país quebrado, producto de la pandemia y de un año y cinco meses de inacción en los que el país se dirigía a la quiebra», declaró Boluarte. A pesar de haber sido vicepresidenta y ministra de Desarrollo e Inclusión Social, afirmó que su capacidad para generar un cambio real fue limitada debido a la falta de liderazgo de Castillo. «Ustedes me dirán: ‘Pero usted, presidenta, era parte de ese gobierno.’ (…) ¿Qué puedo hacer si el presidente no escucha? Cuando se le habla, le entra por un oído y le sale por el otro; no asimila lo que se le dice. Esa no era mi responsabilidad», agregó.
Sin embargo, Estuard La Cerna, miembro fundador del programa de investigación política ‘Perestroika’ y especialista en modernización del Estado, señaló que los argumentos de Boluarte no coinciden con la realidad. Según La Cerna, como ministra tenía suficiente autonomía para implementar cambios significativos. «Los ministerios tienen una estructura orgánica propia, con normativas independientes. Conforman un pliego presupuestal y son unidades ejecutoras. Estas instituciones no dependen exclusivamente del presidente. Por lo tanto, afirmar que no tuvo responsabilidad dentro del gobierno no concuerda con la estructura del Estado», sostuvo.
El experto destacó que Boluarte, al ocupar una posición de confianza en el gobierno, compartía la responsabilidad por las decisiones tomadas. Añadió que, si hubiera estado en desacuerdo con la gestión, podría haber abandonado el cargo. «Era una funcionaria de confianza. Renovó confianza en diversos procesos ministeriales, y muchos de ellos continuaron su carrera en el gabinete. Si algo no le parecía, pudo haber renunciado en lugar de aceptar los cargos de confianza», concluyó.
Fuente: La República

